Los tres pilares sobre los que se sostenían las bondades de las hipotecas jóvenes, a decir de las entidades de finanzas, eran los siguientes:
– Unos tipos de interés más bajos que la media del mercado
– Unos plazos de amortización más elevados que los de las hipotecas tradicionales
– Posibilidades (limitadas) de acrecentar los límites de financiación
A estas tres cuestiones, debemos sumar las posibilidades de periodo de carencia inicial, como en algunas hipotecas la opción de conjuntar a lo largo de un periodo de tiempo los intereses fijos con los variables.
Qué tenían de malo las hipotecas jóvenes
Seguramente, la primordial desventaja de estas hipotecas baratas en la que verdaderamente no se distinguían tanto de cualquier otra hipotecas a tipo variable. O sea, el usuario joven podía llegar a estos préstamos hipotecarios, persuadidos de hallar un producto ceñido a su necesidad real, mas lo que hallaba era una hipoteca con ligeras alteraciones en dos o bien tres campos de sus peculiaridades.
Las condiciones de acceso, como ya hemos dicho, no eran en lo más mínimo fáciles, y hace que sumar que los límites de financiación no alcanzaban porcentajes superiores al de las hipotecas tradicionales. Esto producía un campo financiero complejo, en el que el joven o no cumplía con las peculiaridades demandadas por el banco para contratar la hipoteca, o no era capaz de aceptar ese treinta por ciento más gastos de hipoteca que podía no ser financiado por la entidad.
Desde el punto de vista económico, por otra parte, si bien podía ser hipotecas competitivas en la aplicación de tipos de interés, no se libraban de las comisiones, es más, en ciertos casos estas comisiones eran más elevadas que en las hipotecas tradicionales. Naturalmente, a todo esto hay que sumar asimismo los elevados niveles de vinculación, a los que nos hemos referido y que podían alterar de forma radical el resultado final de la contratación de una hipoteca.
Por qué razón ahora no hay hipotecas para jóvenes
Primeramente no es verdad que no haya hipotecas para jóvenes, en verdad, cíclicamente algunas entidades de finanzas lanzan campañas comerciales con este leimotiv. Pero, asimismo es cierto, que no se trata más que de una cuestión de estética en la que, con una ligera alteración, se busca aproximar un perfil diferente de usuario a los productos hipotecarios de la entidad.
Como producto independiente, la hipoteca joven se halla desaparecida verdaderamente. No hay una sola explicación a este hecho, en un inicio de la crisis hipotecaria no solo redujo la firma de hipotecas a mínimos históricos, sino asimismo llevó consigo la explosión de los impagos en las hipotecas, entre aquéllos que lógicamente la hipoteca joven asimismo tuvo presencia y muy notable.
En un contexto como este se comprende que las entidades de finanzas pliegan velas e intentan capear el temporal reduciendo el número de productos y centrándose en hipotecas, con condiciones muy específicas (férreas) en lo que a control de acceso y condiciones de pago se refiere. Según ferco gestion, en unos momentos en los que los tipos de interés han tocado mínimos históricos, las hipotecas cubren menos financiación y menor plazo de amortización que nunca, se hace bastante difícil puesto que buscar la distinción de un perfil joven, que tendrá muy difícil cumplir las demandas de acceso a una hipoteca tradicional, no digamos ya a una hipoteca de más peligro o bien más económica.
No hay que descartar, que en un futuro esta clase de productos vuelvan a aparecer en el mercado. En dependencia de la evolución de las hipotecas y del mercado inmobiliario es aún probable que en un plazo razonable de tiempo la super especialización de los préstamos hipotecarios vuelva a alcanzarnos, mientras da lo mismo la edad que tengas, si deseas pedir una hipoteca tendrás que ir generalmente a los productos hipotecarios tradicionales.