Lo viejo no hay que tirarlo, afirman, hay que reusarlo. Todo y todos estamos en nuestro derecho a una “segunda oportunidad”. Así mismo los muebles.
En lo de los muebles y material de derribos no puedo estar más conforme. Mas llevan la razón a decir que a las cosas hay que darles una segunda ocasión. Dorothy Draper, ya afirmaba en su libro que no hay mueble, por feo que sea, que no se favorezca de una buena capa de pintura blanca. Y quien afirma blanca, afirma asimismo de otro color…
De ahí que nos encantan las tiendas con muebles de segunda mano y los almacenes de material de derribo. En la capital española los hay de mueble descuidado a costo de baratija donde buscar piezas a las que dar una segunda ocasión. Algunos precisan imaginación, pintura o bien un tapicero, más otros no.
Estos sitios no son para cobardes. Son para los amantes de las segundas ocasiones, que saben que con un buen restaurador o bien sencillamente con buen gusto y ganas, todo sale adelante.
Y es que en ocasiones, uno halla allá la cómoda olvidada que por ciento veinticinco euros (y esto es una historia cierta) se transforma, tras la restauración, en la pieza codiciada de un anticuario, que estima su coste en más de veinte veces eso. De ahí, que hay que ir a “brujulear” a estos sitios habitualmente y las webs de internet, como la de vaciatucasa.com
Por el hecho de que el stock cambia mucho, de semana en semana, y pues los costes bajan. Algunas tiendas funcionan con un sistema de página web y el coste lo fija el cliente del servicio, mas reduce conforme pase el tiempo sin que se venda.
Además, puedes encontrar piezas de encanto y si bien coincida que alguna vez que entres en la página no halles nada, aunque tan sólo un vistazo vale la pena. A una parte del entretenimiento de dar a estas cosas “huérfanas” una segunda ocasión, un nuevo hogar y, en ocasiones un “upgrade” (vía tapicero, lacador o bien afín) a una vida mejor.
Puede que sea un homenaje a las segundas oportunidades: lámparas, candelabros, grabados y soperas de mercadillo, libros de librería antiguos y espejos.
Con las contraventanas se pueden hace puertas de armarios, puertas de muebles de baño, biombos y lógicamente, utilizarlas de contraventanas. Con las puertas y ventanas se hacen puertas de armarios, espejos y todo cuanto se te ocurra. Las hemos visto hasta de cabeceros de cama…
El material recuperado, siempre y en todo momento tiene un encanto singular que no tiene lo nuevo y mezclado con elementos más modernos resulta totalmente emocionante. Lo mejor es que los costes de los muebles de segunda mano son tan estupendos que te puedes arriesgar a confundirte. Son ocasiones para probar, gozar y pasarlo bien.