Los PHOTOCALLS son el gran atractivo de un evento

photocall

 

No hay acontecimiento social que se precie, que no incluya un photocall entre sus propuestas. Ni actos benéficos, ni festivales de cine, ni pasarelas de tendencia, ni regatas de vela. La razón es obvia: el photocall es una herramienta que deja a la marca enseñar su logotipo y hacerlo con el plus de que famosos posen delante de él. Lo normal, es que sean personajes del mundo de la moda, de la gran pantalla o bien de la socialité, los que paseen sus cuerpos frente al photocall y que, gracias al interés que producen en medios y en el público generalmente, permitan a la marca hacerse conocer en un campo diferente al que trabajan y asociarla con el glamur que imprimen estas personalidades.

Pero no todos ni todas y cada una de las empresas pueden permitirse abonar los honorarios que demandan personajes como Blanca Suárez, Elsa Pataky, Paula Echevarría, Andrés Velencoso, en temporada de bonanza econónica, llegaron llegaron a cobrar bastante por sesión, ni todas y cada una de las empresas, desean invertir su dinero en una acción promocional de estas peculiaridades. Y, la verdad, a muchas de ellas ni falta que les hace. Pensemos en las discotecas o bien en terrazas de verano. La gracia del photocall es que los clientes del servicio de estos locales nocturnos, se sientan como los protagonistas de las revistas de tendencia y del corazón y que, gracias al interés que las fotografías producen y al placer que se extrae de compartirlas con los amigos, el nombre de la disco vaya bullendo por la red sin invertir ni un céntimo en publicidad.

 

Hoy día los deseados photocalls presiden cualquier acto o evento de cualquier tipo, bien sea familiar o abierto a todo tipo de público, musical, deportivo, etc……

 

 

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Ahora, cambiemos de tercio. Vayamos a un campo que nada tiene que ver con la vida nocturna y o bien con los focos y las estrellas de la enorme pantalla. Pongamos, que una pareja se quiere desposar y debe escoger entre dos empresas expertas en la organización de bodas. Una, ofrece un paquete que incluye la decoración del espacio, el catering, la contratación de un dj o bien una banda de música y una sesión fotográfica y otra, aparte de estos servicios, cuenta con un photocall, a fin de que familiares y amigos de los novios se fotografien a lo largo del banquete. ¿Por cuál pensáis que optará la pareja? Efectivamente, con la segunda opción. Y es que los photocalls, en contraste a las sesiones fotográficas tradicionales, ofrecen un toque atrevido a los álbumes de boda. Los invitados se pueden fotografiar en conjunto, haciendo muecas, zarandeando a los novios, con algún mensaje o bien regalo para la pareja. La imagen del photocall va a ser, diferente a la de los acontecimientos sociales ya antes mencionados: no va a haber logotipos, tan sólo el fondo que la pareja de recién casados haya escogido para servir de escenario a sus fotografías de boda.