Darle de comer
Ya sabemos en la escuela hipica valencia, que la persona a la que más respeto le tiene siempre y en todo momento es a aquel que le da de comer, con lo que darle comestibles le producirá bienestar. Puedes probar a darle frutas, como la manzana, el albaricoque o bien piñas, como vegetales, como la conocida zanahoria o bien calabaza, por servirnos de un ejemplo.
Para darle de comer, primero debes aproximarle la pieza de fruta a la nariz a fin de que te huela. Si notas que dándole estas piezas, el caballo no se siente cómodo, puedes dejarlas en el suelo a fin de que mismo las ingiera.
Acariciar y cepillar al caballo
El contacto sosegado se transmite de forma directa al caballo. De ahí que, son tan obedientes cuando se les acaricia. Siempre y cuando se les visite, acariciarle suavemente puede ser una buena forma de que siempre y en todo momento te relacione con la calma, lo que es algo positivísimo.
No obstante, hay que saber de qué forma acariciar a un caballo antes de seguir, pues hay ciertas zonas que es mejor no acariciar y pues hay que hacerlo pasito a pasito. Primeramente, del mismo modo que con el alimento, hay que aproximar la mano cara a la nariz del caballo, a fin de que este la huela y te relacione con el olfato en las siguientes ocasiones. Más tarde, se acaricia las zonas que le son más agradables al caballo, como es el cuello, la espalda y el muslo.
Cepillarle, es otra forma de estar en contacto con el animal.
Te invitamos a que lo cepilles cada vez que lo visites y, si no se altera, sin anudarlo. Si no es con el cepillo, puedes pasarle los dedos suavemente.
En la escuela hípica valencia, sabemos que la confianza con el caballo es tu compañía
Dar un paseo
Pasear al lado de tu caballo, asimismo puede ser de mucha ayuda para producir una mayor confianza. Pasea junto con él por la finca, al comienzo. Con el tiempo, vas a poder caminar con él por el campo.
¿De qué forma vas a saber el aumento de confianza? Probablemente pues el caballo cada vez deseará dar un camino más largo. En verdad, te va a marcar el límite hasta dónde desea llegar y que no deberías forzar. Si no, le vas a poner inquieto.
En el momento de pasear con el caballo, intenta no separarte demasiado de él, especialmente si estáis en un terreno que no conoce, pues se atemorizará.
Montar a caballo
Tal vez , es el instante donde se prueba si te has ganado absolutamente la confianza del caballo.
Empezar a montar a tu caballo es un reto, en el que debes comenzar, de qué manera no, poquito a poco. En Hipica La Calderona empezaremos enseñándole la cabezada, como su montura, a fin de que reconozca los objetos e inclusive los olfatee. Más tarde, y con mucho cuidado, le pediremos que flexione un poco el cuello para poder ponerle la cabezada.
El proceso para llegar a montar a caballo con total seguridad, para el caballista y el caballo, lo vamos a ver de forma detallada en otro artículo.
Ya sabéis, ganaros la confianza de un caballo requerirá de mucho esmero, tiempo y paciencia. Eso sí, tenemos asegurado una cosa, ¡la recompensa bien merece la pena!